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Captura de carbono ‘cleantech’: una tecnología clave en la lucha contra el cambio climático

La captura de carbono es una de las soluciones ‘cleantech’ más prometedoras en la lucha contra el cambio climático. Empresas como Heirloom están revolucionando este sector con tecnologías capaces de extraer hasta 320.000 toneladas de CO2 directamente del aire cada año.

Foto cabecera: Agencia EFE

La captura y el almacenaje de carbono (CCS, por sus siglas en inglés) lleva décadas sobre la mesa de las soluciones climáticas. En los últimos años, sin embargo, se ha convertido en un proyecto prometedor. De hecho, el último informe del panel intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (IPCC, por sus siglas en inglés) considera que las soluciones CCS deben ser parte fundamental de la lucha contra el cambio climático a medio y largo plazo.

El mismo informe reconoce que todavía existen muchos desafíos para implementar plantas de captura de carbono y soluciones de almacenamiento a gran escala. Sin embargo, también señala que estas tecnologías pueden ser muy útiles para descarbonizar procesos industriales que, hoy por hoy, siguen dependiendo de los combustibles fósiles.

El sistema de Heirloom de captura de carbono

En el noroeste de Luisiana (Estados Unidos), Heirloom está levantando dos grandes plantas de captura de dióxido de carbono (CO2) directamente desde el aire. Cuando estén plenamente operativas, serán capaces de extraer 320.000 toneladas de este gas de efecto invernadero de la atmósfera al año. Para ello, han diseñado un sistema que lleva a escala industrial un proceso que sucede de forma natural en las rocas calcáreas, pero son capaces de reducir el tiempo en el que la cal se convierte en roca de varios años a tres días.

El sistema de Heirloom permite, además, extraer el carbono de las rocas calcáreas para volverlas a convertir en cal y así reiniciar el proceso. Mientras, el carbono extraído se almacena de forma estable y segura bajo tierra, evitando que regrese a la atmósfera en forma de CO2.

Más allá de la captura directa de la atmósfera, existen multitud de soluciones en desarrollo para atrapar el CO2 en las fábricas, durante los procesos industriales. Esta captura puede hacerse después de la combustión, extrayendo el CO2 de los gases residuales que se producen tras la quema de combustibles fósiles, o antes de la combustión, transformando el combustible fósil en uno sintético y capturando el CO2 antes de la quema.

El futuro de la captura de carbono

Las tecnologías de captura de carbono avanzan hacia un papel fundamental en los planes de descarbonización de gobiernos y empresas. Sin embargo, su adopción masiva depende de superar desafíos importantes, como la reducción de costes, la mejora de la eficiencia y la creación de marcos regulatorios que incentiven su uso. A medida que las inversiones en ‘cleantech’ crecen, el desarrollo de nuevas soluciones y plantas de captura a gran escala podría acelerar la transición hacia una economía más limpia y reducir significativamente las emisiones globales.

Más allá de mitigar los efectos del cambio climático, la captura de carbono abre nuevas oportunidades económicas en sectores como la energía, la industria y la construcción. El CO2 capturado puede reutilizarse en productos como combustibles sintéticos, hormigón o materiales avanzados, creando un modelo de economía circular en torno a estas tecnologías. En los próximos años, la combinación de innovación tecnológica, inversión y regulación será clave para que la captura de carbono deje de ser una solución emergente y se convierta en una herramienta indispensable para lograr los objetivos de neutralidad climática.

Podcast | ¿Qué hay detrás de las 'cleantech'? Preguntas y respuestas sobre un ecosistema emergente

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